
Nos ocuparemos en abrir surcos para la labranza en la minúscula parcela, en silencio, con parsimonia, con la cabeza atada al yugo, mirada fija en la línea del horizonte, hasta que en todos los campos se siembre la vacuna y se obtenga la cosecha.
El deseo de romper la inmovilidad, superar la incertidumbre y recuperar la confianza que experimentamos, facilitan que el candor y la credulidad de los colombianos afloren y los capitalice el gobierno, quien anuncia un hipotético plan de vacunas, «seguras y eficaces», que ilusoriamente se realizará en un abrir y cerrar de ojos, como una milagrosa campaña y que dejará a todos satisfechos y salvos, o al menos a los que se encuentren dentro del rebaño.

A la fecha, los fabricantes y proveedores de la vacuna imponen su voluntad sin control. Las cláusulas contractuales están protegidas por pactos de confidencialidad. Los posibles efectos secundarios o los daños asociados a la vacunación no serán cubiertos por los productores y los damnificados tendrán que recurrir contra el estado, en el mejor de los casos. Las ofertas lucrativas se abrirán paso de inmediato, retrasando entregas convenidas como ya ocurre en la UE.
Aquí, como siempre, clausurando las ventanas a la calle, quieren incubar creencias tranquilizadoras, pero las gruesas cortinas que prestan los medios informativos se pueden apartar un poco para mirar los vecindarios circundantes y hacerse una idea sensata de como entraremos nosotros en la vacunación: tarde, la fecha de inicio depende de la disponibilidad de dosis; con lentitud, el ritmo de aplicación no llega a cincuenta mil aplicaciones diarias en el exterior; con privilegio para unos, en Ecuador recibieron 8000 dosis y el ministro de Salud vacunó primero a su familia; con discriminación para otros, en Israel el cubrimiento es del 49% de la población judía y nula para la población árabe; con desorden, en Polonia los de edad más avanzada debían registrarse via telefónica en una opción que jamás estuvo habilitada y fueron constreñidos a hacerlo presencialmente tras largas filas en el inhóspito clima invernal. Aquí replicaremos e innovaremos las vergonzosas ejecutorias con complicidades, con secretos, con concesiones corruptas y en medio de alabanzas, aplausos y vocinglería de los medios de opinión y de las agencias encargadas de la propaganda gobiernista.

Abramos dos ventanitas para que corra el aire. Para ver, como se la apañan los países competitivos y bien ventilados. Por acá, el aire es irrespirable.
De la fuente Our word in data la información actual en inglés sobre la marcha de la Vacunación coronavirus.
De la fuente GEDIGruppoEditorialeS.p.A. la información visual enriquecida en italiano sobre la Vacunación coronavirus
